El Ministerio de Agricultura de China ha emitido certificados para cultivos genéticamente modificados que se cultivan en el país, y esto lleva la comercialización del grano cultivado de esta manera al mercado mundial.
Los certificados de bioseguridad se relacionarán con la resistencia del maíz y la soya a los herbicidas e insectos. Por lo tanto, China está allanando el camino para el cultivo local de plantas transgénicas.
Dichos documentos serán válidos hasta diciembre de 2024 y ya se han emitido sobre la base del maíz desarrollado en Beijin, así como en Zhejiang, y la soja GM desarrollada en Shanghai.
El Ministerio también anunció que se esperan discusiones públicas sobre este tema. La etapa de emisión de documentos es uno de los últimos pasos necesarios para que los productos GM se emitan a los agricultores como material de plantación.
La variedad más popular de maíz negro en China es el híbrido Xin Jun He Anthocyanin Black Sweet 1. Esta especie está enriquecida con antocianinas naturales (un pigmento de origen vegetal que forma los colores rojo, azul y morado de flores, bayas y frutas, dependiendo del equilibrio del pH)
Anteriormente se supo que en 2009, China ya emitió certificados de bioseguridad para sus primeras variedades de maíz y arroz GM, pero nunca les permitió ingresar al mercado internacional debido a la oposición pública generalizada a esta tecnología.
Además, desde hace tiempo se le ha permitido importar dichos productos para la alimentación del ganado. Los científicos creen que los rasgos aprobados de maíz resistente a las plagas y herbicidas pueden aumentar la productividad de la granja al inhibir la propagación de insectos en el país.
- En el futuro cercano, la implementación de un proyecto conjunto ruso-chino para cultivar cultivos como la soja y el maíz, con el derecho de exportación posterior, puede comenzar en el territorio de la región de Saratov.
- Los comerciantes de cereales están desconcertados por los datos recientes que muestran que los agricultores estadounidenses han producido otra cosecha sin precedentes, a pesar de las condiciones climáticas más difíciles en los últimos años.
- Kenia está revisando su prohibición de 2012 sobre el cultivo de maíz genéticamente modificado, ya que más de 1 millón de sus ciudadanos necesitan asistencia alimentaria humanitaria urgente debido a la sequía prolongada.