El otro día, los empleados del servicio de supervisión en el campo de la protección de los derechos del consumidor y el bienestar humano en la Federación de Rusia revisaron las bayas y frutas que caen en los estantes domésticos de los jardines rusos y extranjeros.
Como resultado de un control exhaustivo, que se realizó en condiciones de laboratorio, los expertos de Rospotrebnadzor revelaron una serie de problemas importantes. Uno de ellos es una deficiencia de vitaminas del Grupo C, así como una baja proporción de fósforo, hierro, zinc, calcio, magnesio y betacaroteno.
Básicamente, se encontró un contenido reducido de estas sustancias y oligoelementos en los productos de frutas y bayas, que llegaron al mercado ruso desde Uzbekistán y Armenia.
En particular, se informa que en las cerezas importadas, la presencia de vitamina C es más de tres veces menor de lo normal. El mismo problema se soluciona en el caso de los albaricoques uzbecos y armenios.
Es alentador que no se hayan encontrado pesticidas en frutas y bayas que fueron sometidas a pruebas de laboratorio, así como en sales de metales pesados.
Dicha información fue compartida por representantes del departamento de relaciones públicas del Servicio Federal de Supervisión de Protección de los Derechos del Consumidor y Bienestar Humano.